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Peru y el momento actual



 COMUNICADO DEL ML19 FRENTE AL NUEVO GABINETE MINISTERIAL


El Movimiento de Liberación 19 de julio (ML19) comparte con el pueblo su preocupación por el futuro próximo del primer gobierno de izquierda en 200 años de historia republicana. La destitución de siete ministros bajo presión de la ultraderecha y sus amenazas golpistas, nos obligan a entender bien el conflicto entre poderes del estado y prevenirnos frente a la táctica reaccionaria que usa el viejo dicho: "divide y vencerás". En efecto, las fuerzas de la derecha intentan minar el campo de la unidad entre revolucionarios y sectores progresistas, enfrentando pueblo contra pueblo, para demostrar que la izquierda no puede ni debe gobernar. El conflicto que se establece entre el partido Perú Libre y el presidente Pedro Castillo, es un triunfo realmente importante de la derecha tras sesenta días de gobierno. La razón de los revolucionarios debe rebelarse frente a los espejismos que impone la derecha, y uno de ellos es fomentar la desconfianza y el divisionismo en el campo popular con intrigas palaciegas. Ni las interpelaciones a ministros ni los cambios de gabinete deben desviar nuestra atención lejos de nuestras responsabilidades, como son la construcción de una nueva democracia, del poder popular y de una nueva constitución.


EL FIN DEL GABINETE BELLIDO

Como sostuvo nuestra organización (ML19) el primer consejo de ministros del actual régimen tenía que resignarse a ser un "gabinete-fusible", dispuesto a cambiar de personajes según la presión de un parlamento mayoritariamente compuesto por bancadas derechistas. Ayer terminó de quemarse el primer gabinete, pero con sus restos el gobernante ha construido el segundo, indisponiéndose con el que hasta ayer denominábamos "partido de gobierno": Perú Libre. Esta fractura es de grave importancia para el campo popular por las consecuencias de innecesarios antagonismos que solo fragmentarán más las fuerzas del cambio. Quienes tienen la sartén por el mango, porque sus inscripciones electorales cuentan como "partidos", no reconocen sus responsabilidades ante la historia.


Debemos reconocer que Pedro Castillo no hubiese llegado a segunda vuelta sin el apoyo y organización de una campaña electoral sin precedentes como la que llevó a cabo Perú Libre (PL). Castillo le debe a PL la presidencia que hoy ocupa. La segunda vuelta tuvo otros protagonistas que más allá de PL garantizaron el triunfo. Sin la concurrencia de todas las izquierdas, de los sectores antifujimoristas y elementos democráticos centristas, a Castillo no lo salvaba ni PL. Sin embargo, una vez en el gobierno, la embriaguez triunfalista no le permitió a PL organizar grandes alianzas y consensos dentro de un gran frente unitario para responder a la ofensiva de la derecha fascista. Esa misma derecha se percató que debía romper la cadena por el eslabón más débil: Vladimir Cerrón fue satanizado y su partido alejado de la esfera del presidente.    


Preocupante es la relación entre el nuevo Consejo de Ministros y la bancada parlamentaria de PL. Depende en mucho que PL tenga el suficiente grado de madurez acerca de lo que hay que estructurar fuera del gabinete para hacer posible un gran cambio. El hecho de que se hayan quedado sin ministerios, no implica que se retiren de la política real, extra-palaciega. Es fácil comprobar que sin los votos de esa bancada parlamentaria, Pedro Castillo no tendrá la más mínima presencia en el legislativo. El anuncio de su vocero diciendo que "pasarán a la oposición" es una pataleta infantil absurda. ¿Quiere decir que votarán con Montoya para traerse abajo a Castillo? Lo que están demostrando es que su fórmula política se basa en el intercambio de favores, puestos e influencias, y al ver defraudadas sus aspiraciones patean el tablero. PL y su jefatura, Vladimir Cerrón, tienen que enmendar el error de confrontar con el gobierno y pensar en construirse como un partido realmente "marxista-leninista" que lidere un veraz proceso de transformaciones. Lo que tiene Cerrón es un partido combi: entren que al fondo hay sitio, cuyas bases doctrinales son endebles y su organicidad es elemental; por eso sus bases sociales se nutren no solo de gente bien intencionada a quienes urge una gran revolución sino de oportunistas y tránsfugas que buscan sacar provechos personales de la política. 


¿A QUÉ OBEDECE LA REMOCIÓN DE MINISTROS?

La presión de la aplanadora mediática y de la oposición parlamentaria es un factor de primer orden para obligar al presidente de la república a liquidar ministros hostiles. Según facultades que le otorga la constitución 1993 al Parlamento, puede interpelar ministros por actos de gobierno, pero en el caso de Iver Maraví el pliego interpelatorio no se sujetaba a las acciones de su mandato, sino a especulaciones sobre su pasado. El anterior caso, la renuncia de Héctor Béjar, sin darle chance para que acuda al parlamento y responda a quienes lo interpelaban, fue de escandalosa docilidad y claudicación. Bien dijimos: cedes una vez y cederás dos y tres veces, hasta el infinito. Lo que no sabe Pedro Castillo es que el intercambio de docilidad por supervivencia, puede conducirlo a la vacancia presidencial. 


También razón valedera sería la discapacidad demostrada de los removidos. Por ejemplo, Ciro Gálvez, un notario al mando del Mincul. Este notario hizo su papelón al nombrar una nueva lista de escritores a la FIL Guadalajara "descentralista y contra las argollas" cuando en realidad hizo más de lo mismo. ¿Y qué más hizo? Nada más. Se va Ciro Gálvez sin saber qué significa la palabra "cultura", pero además demostrando que los cargos que se pagan por favores de campaña, no resultan útiles para el país. La primera muestra de que un ministro es incompetente es cuando no reemplaza mandos medios de su respectivo ministerio por gente de su confianza y hereda personal fujiaprista de anteriores gestiones. Las siguientes muestras son aquellas cosas que no hizo.


Otra razón es la falta de confianza. Los ministros tienen que operar como equipo de trabajo en coordinación permanente con el presidente de la república. En 60 días de gobierno, lo único que pudo demostrar Pedro Castillo es su inasistencia a las reuniones del Consejo de Ministros. Pero además tuvimos un gabinete caótico en el cual cada ministro hizo y dijo lo que le dio la gana. Castillo supo desde un comienzo que podía ser instrumentalizado por Perú Libre y se apresuró a constituir su propio Partido Magisterial y Popular. Hoy le ha quitado la confianza a PL. Entendemos que las carteras ministeriales se compartan con otras tiendas de izquierda, pero no podemos digerir la ratificación de Maurtua en RREE. La preservación de este y otros reaccionarios nos hacen negarle un cheque en blanco al actual gabinete.


¿QUÉ HACER?

Un gobierno de izquierda con el Parlamento en contra, está condenado a no hacer políticas de izquierda. Su principal obligación es sobrevivir a cinco años de asedios mediáticos y acosos parlamentarios, además de la guerra económica que le impondrá, cada vez con más rigor, la Confiep.  La burguesía tiene el poder real, no el voto anti neoliberal que llevó a la presidencia a Pedro Castillo. Cuando la plutocracia escucha la consigna "nueva constitución" suben los precios, encarece el dólar, escasean productos de primera necesidad y la legión extranjera cumple como eficaz difusora del pánico anticomunista. Para hacer políticas de izquierda en esas condiciones, tiene que disponer el presidente de una estrategia funcional, pragmática, basada en el sentido común. 


La solidez del Ejecutivo, es la primera condición. Solo ministros capaces de desempeñar las carteras encomendadas deben ocupar puestos. La izquierda tiene cuadros capacitados en todas las áreas, pero no todos son "amiguis" ni entre ellos ni de quien debe elegirlos. Sin la estructuración de un Ejecutivo de combate, el presidente Castillo será Ollanta II. En segundo lugar, el espíritu de lucha inclaudicable del "presidente del pueblo" debe dar como resultado una política confrontacional con los sectores retardatarios del país. La actitud del líder es importante. ¿El legislativo y la Confiep no quieren un cambio de constitución? Pues Pedro Castillo tiene que buscar nuevos consensos con la clase trabajadora y el pueblo llano para que a través de una nueva democracia se legitimen sus actos de gobierno. La ofensiva mediática debe responderse con una resistencia mediática, organizando un gran aparato de prensa alternativa que responda al amarillaje escrito, a la radio y a la TV basura.


Hoy más que antes urge una política de frente unitario de masas que articule a todos los sectores que se oponen al neoliberalismo y a su nefasta constitución de 1993. Las izquierdas no podemos condicionar nuestra participación en ese gran frente de masas a las carteras ministeriales ni a los puestos ni a las consultorías que deriven. Los intereses mezquinos deben ser desplazados por una auténtica vocación revolucionaria. La campaña electoral del 2022 debe arrojar un resultado positivo para las candidaturas de izquierda, pero el pueblo no premiará con su voto a una izquierda fratricida que demuestra sus falencias en el canibalismo político. La lucha continúa y si hacemos lo que está bajo nuestra responsabilidad, venceremos.


Atentamente CP ML19

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